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Tanto por escribir…

La avalancha de palabras en mi mente no se detiene, sino hasta que llega al punto en que tengo que idear una manera de dejar de hacer lo que hago para comenzar a escribirlo. Ahí mueren como burbujas cayendo al suelo, como ilusiones y sueños cuando a la realidad enfrento; en especial si no dejo tomar control al niño… que llevo dentro.

¿Tu que sabes…

¿Tú qué sabes del amor? Si solo conoces el deseo. Si tu sueño es poseer, la  belleza que solo es el reflejo de lo que va por dentro. Solo mirando el exterior, crees que observas, pero eres ciego. El resplandor de su sonrisa te deslumbra y te pierdes lo verdadero. Admiras la luz del sol, no comprendes su calor, su ser, su fuego.

Alfredo Córdova, 2014.

Crónicas de un acosador involuntario.

Con este relato corto inauguro mi sección de publicaciones literarias. No es lo primero que escribo, pero decidí tomarme el tiempo de hacerlo público aprovechando el fin del año, o tal vez solo por mero capricho.

[2013]Crónicas de un acosador involuntario – [Descargar]

Extracto:

«una silueta llamó de inmediato mi atención. Una chica muy guapa, con cabello largo, negro, muy brillante, entraba entre la multitud de gente que caminaba lentamente entre puestos y vendedores. No solo era bella, sino que era ágil, liviana y se desplazaba entre las personas por el otro pasillo con la gracia de una kunoichi de anime, sin desperdiciar movimientos, espacios, tiempos  e incluso usando delicada y casi imperceptiblemente los hombros para generar inercia y cambiar su dirección de movimiento, «

Si te tomaste 5 minutos para leer este relato, gracias.